Te ofrezco mi corazón

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Te ofrezco mi corazón
para que lo repares,
hazle un nudo a la agonía
de los últimos recuerdos,
donde la ilusión
hace del hogar una morada.

Conviertete en el talismán
que en la noche
enciende una a una las estrellas,
Conviertete en balsa de paz
Serena y calma










ENTRADAS POPULARES

EL AMOR...

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El amor... Es ese instante en el que sentimos que el tiempo se detiene en un suspiro, en un abrazo, en una caricia del alma. Es ese sueño compartido donde se alcanza la felicidad más sincera. En lo noble, en lo honesto del corazón, se encuentra lo más simple y también lo más bello. El amor es escuchar el palpitar del mundo cuando nuestro rostro se apoya en su pecho y creemos que podemos "Ser" sin censuras. Creemos que podemos soltar las presiones del día y confiar en que sus brazos serán nuestro consuelo más sublime. Así en un palpitar del mundo se concentra mi alma. Y yo puedo Ser junto a él, libre. Y yo puedo Ser. Romina Sasselli
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Quien podría decir que dice la poesía?

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Quien podría decir qué nombra la poesía? Si ella adviene sola para decirnos una verdad que no sabíamos Un nuevo mundo nace cuando llega la poesía para recordarnos que estamos vivos Y por esta mejilla caen las lágrimas que transforman la angustia en una belleza constructiva Quién podría decir qué es la poesía? si ella se define a cada instante No hay prefijos que puedan detenerla Ella nada en mares inmensos donde el horizonte guía el alma Y la introduce silenciosa en una nueva mañana. Quién podría decir lo que dice la poesía? ella nos envuelve en la noche en un manto de estrellas apaga la memoria, enciende las luces de los sueños Y nos devuelve la vida en cada muerte. Romina Sasselli.
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LA VIDA ANTE SI

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Cuando te quedes sin palabras, quizás las únicas palabras que necesites sean, aquí estoy. Cuando aprendas a sobrevivir, y aceptes lo imposible, aunque nadie te crea, yo sí. No sé lo que te deparará el destino, pero si me quieres, aquí estoy.  Nadie te escucha, pero yo sí. Cuando pierdas el camino, aquí estoy.  Si te escapas o te escondes, aquí estoy.  Cuando ser invisible es peor que no vivir, no sé lo que te deparará el destino, pero si me quieres, aquí estoy.  Nadie te ve, pero yo sí.  El amor necesita magia y realidad, pero a veces sólo necesitas lo que ya tienes.  En la vida ante sí, no sé lo que te deparará el destino, pero si me quieres, aquí estoy.  Aunque nadie te vea, yo sí.  Nadie te cree, pero yo sí. (Fragmento de la película "La vida ante sí".   
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LA IRA

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La ira del engaño es como una espina que se te atraganta en el alma sientes que te aprisiona que te somete que levanta las heridas de un pasado antiguo que aún no ha de perecer La ira del engaño es como un huracán abrumador que ensordece los sentido y anestesia los latidos de todos los medios a los que no se encuentra camino Como una sorpresa de la vida la luz se asoma reflejando Ilumina una salida en el espeso pantano La ira y el amor son las dos caras del engaño, ¿Cual prevalecerá frente al atenuado paso de los años?
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Volcán de ensueño

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Nos fundiremos en esta lava resurgente Volcán perenne que no quiere morir. Fuerza vital que resucita milagrosa Como un verso íntegro tallado a fuego en el Deseo Nos fundiremos en esta lava resurgente que no desiste de existir que enhebra el alma sube y baja Y vuelve a subir Y en un verbo todo se concentra el ardor de esta poesía de ensueño de amor Nos uniremos piel con piel, agua y arena que se rozan, que se besan hasta que el barro quema, que se aman hasta que el mar se inhiba alejando de sus olas, caramelos que llevan el aroma de tu boca.
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SOY AGUA DERRAMADA...

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Soy agua derramada que tu boca de fuego apaga. Como un volcán que implosiona su lava al interior. Como una caldera, que guarda sus brazas enrojecidas de pasión. Me estremezco entre tus brazos, cuando tu piel roza mi pecho abierto al amor. Mis brazos son alas que se elevan en un suspiro del alma, y abrazan los sueños, que despiertan al alba. La luna es testigo de nuestro crimen anticipado, y las estrellas se dilatan hasta perder la orientación.  Desembocamos como un río en la orilla del placer. Y en un instante mis labios, son la sede del agua derramada que tu boca de fuego apaga.  Romina Sasselli. 
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