Rompiendo cadenas...
Quise decirte todas las cosas que había callado y no pude. Entonces comencé a escribir y lo indecible me sorprendió. Había mucho sentimiento dentro de mi que tenia aprisionado. Como un alma que libera sus cadenas de bronce de un cuello delgado. Así de pesada mi alma encontraba la forma de alivianarse en las palabras.
No pude contenerme más, tenía que sanar, porque únicamente sanando podría verte tal cual eres.
Aprendí que no sólo vivir implica amar. No todo es afecto, no todo es cariño. También se necesitan límites, que permitan evitar lo desbordante. Porque si hay desbordes, no hay amor posible. El amor también implica el respeto por lo propio, por los demás. Por la vida que hoy me mira de frente diciéndome una verdad.
Y aquí me encuentras mirando el abismo para nunca más tener que callar y aprisionar mi alma a los desbordes de la enfermedad.
Yo elegí, decidí sanar. Me fui para nunca tener que regresar. En el horror no hay esperanza posible. En el temor no se puede progresar. Mi corazón necesita crecer de verdad. Ya no se alimenta más de toda esa falsedad.
Ojala nunca nadie tenga que sentir lo que es encadenar un alma por años. Así con los ojos tapados y la boca tapada, no se puede vivir.
Y ahora que la poesía me ha atravesado. Se libera mi alma, para andar errante, liviana de la pesada carga, liviana de toda la basura que han depositado sobre mi espalda. Porque se han cortado las cadenas de bronce que aprisionaban mi alma a un amor sin limites.
Ah Se han cortado las cadenas!.
Toda la potencia que había en mí y yo no podía reconocer, me ha enseñado a luchar por lo que siento que es la verdad del amor.
Hoy te miro a kilómetros de distancia, y sólo puedo ver en vos sufrimiento. No hay razón de ser sino...Hoy me quedo sentada sobre esta cima para ver a kilómetros de distancia lo que implica el dolor. La fuerza que ha dejado en mi todo lo vivido. No hay más que decir, porque ya lo he dicho.
La fuerza que ha dejado en mi todo lo vivido, que nunca he querido vivir...
Romina Laura Sasselli.
