Carta para mi niña interior...


Tengo una carta pendiente para darte, sé que hace tiempo la esperas, pero yo estaba esperando el momento para poder expresarte estas palabras. 
Quiero que sepas lo mucho que vales para mi, estas ahí, te puedo sostener entre mis brazos, calmar tu herida, mecer tu llanto. Puedo ver la luz que hay en ti. Esa fortaleza para amar y sentirte amada sin un origen de amor.  Esa luz de creer siempre en la esperanza del mañana. 

Quiero sostenerte entre mis brazos, darte el amor y la ternura que haz idealizado y hoy ha hecho añiscos el engaño, de quienes más deberían de haberte amado. Darte la mano, decirte que estoy a tu lado, que nunca nadie más te hará daño. No habrá razón para que sientas que no vales ser amada. Nunca más habrá lugar para algo así!!! Aprenderemos juntas de la oscuridad, combatiremos los monstruos que creíamos existían allí. 

Aprenderemos a hacer nuestro útero propio, cálido, confortable y afectuoso. Será nuestro refugio de amor. Sabremos alimentarnos de todo lo que no han sabido darnos. Atravesáremos la adversidad de cada momento de autonomía, cuando en cada paso, la vida nos desafíe a ser cada vez más valientes. Sanaremos el mundo de adentro hacia afuera. Recorreremos todos los nombres del amor. Me mirare en tus ojos "hija", me mirare en tus ojos "madre", y es en este ir y venir de miradas, como comprenderemos el lazo que una nuestro amor. Haremos del universo un espacio, un útero, un hogar, donde satisfacer nuestro amor, para darle compasión al dolor. 

Persistieras por siempre como un sol naciendo todos los días.  Persistirás por siempre, mi niña, en esta escritura, en este legado de amor, para evitar que una herida pasada se repita. Para reconstruir con estas palabras nuestro legado de amor . Nuestra herencia más sublime tallada a fuego en mi corazón. 

Romina Laura Sasselli. 

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