En la espalda del mundo...
En la espalda del mundo cargo
la luz de todos mis días,
el sol naciente detrás de las colinas,
asoma el follaje de sabiduría y lucidez.
Son trémulas las hojas risueñas,
que conversan en lo alto
frente al verde color de los árboles,
las ingenuas palomas
hacen nidos de valor,
de eterna protección.
En la espalda del mundo
somos estrellas fugaces
sueños titilantes en un cielo inmenso,
creador de la vida.
Levanto mis brazos, ramas del tiempo,
para abrazar los instantes de felicidad,
mis piernas recorren con ímpetu,
las Poesias que escriben las lenguas.
Somos escritura tallada en las rocas
Versos de una poesía universal,
Cuerpo que hace cuerpo,
arena, agua, tierra y sal.
Somos el atardecer pintado a mano,
sobre el lienzo que nos define,
el vuelo de la libertad,
cuando la luz del día
se recuesta sobre el horizonte.
Somos lo que llevamos dentro,
nuestros días iluminando las noches,
los más anhelados deseos
que palpitan enardecidos de pasión.
Somos los intersticios
que se cuelan entre los huesos,
que mueven cada vértebra hacia adelante.
En la espalda del mundo,
somos lo que llevamos dentro,
Océanos, arrecifes, agua cristalina,
de honestos sentimientos, espejos del cielo.
En la espalda del mundo,
cargó mi cuerpo herido,
Lleno de verdad,
Y a cuestas camino la vida,
con el peso de lo que ya he dejado atrás.