Dejemos fluir...
Dejemos que fluyan los ríos,
que de sus vertientes afloren nuevas ramas,
que abran caminos y descubran antiguos puertos,
sumergidos en el alma.
Que la memoria traiga,
aquello que nos alimenta la nostalgia,
de reconocernos vivos de sueños compartidos,
en el albor de la esperanza.
Que el origen que nos nombra,
sea una escritura siempre sujeta
a descubrir las ciudades
inhabitadas, fuegos en llamas
vibrando sobre la pluma,
tinta de miel, dulce azúcar,
poesía que da vida
porque es el arte que nos ama.