QUIÉREME
Quiéreme
cómo se quieren los astros al rozarse,
en el misterio universal,
en ese abismo que nos une
y nos da alas para volar.
Quiéreme
cómo se roza el agua con el mar,
arena y sal sobre la eternidad,
de dos rostros que se miran,
se devoran,
sin titubear.
Que tus manos sean protección
para mi alma silenciosa,
que en un beso se fundan
nuestros miedos más ocultos,
que de la nada emerja ese deseo fogoso,
de querernos sin las ropas
de un prejuicio que se apaga,
mientras deslizas la vid de uva
más dulce
por los viñedos de mi espalda
Quiéreme
Y que se ahoguen los versos
que nunca escribieron
sobre este retazo de tela
que ya no me envuelve,
Y desnuda pueda ver lo profundo
de tus ojos,
que hacen refugio sobre mis pupilas
encarnadas, sobre el regazo firme
Y más sublime de tu piel.
Romina Sasselli.