COSECHA TUS SUEÑOS
Cuando cosechas un sueño,
lo proteges firmemente,
apretas entre tus dedos las últimas semillas
que el viento ha esparcido sobre la tierra fértil,
entonces germina la luz incandescente,
las claras miradas.
Cuando cosechas tus sueños,
se abren valles de agua,
que riegan los frutos maduros,
y vierten manantiales,
purezas del alma.
Un nuevo tiempo hace renacer,
los juegos de infancia,
la ternura de los niños riendo alegres,
o el manso clamor del llanto honesto,
pidiendo tus pechos, bebederos de vida,
para su nostalgia.
Porque siembras con vida
los frutos del alma,
y cosechas los sueños,
que anhelas con ansias.