CRISTALES ROTOS
Sobre el atardecer
todas las palomas son oscuras,
son un cofre cerrado de recuerdos
desvanecidos,
una sombra que se oculta
detrás de sensaciones deformadas,
una silueta sin nombre ni identidad.
No existen certezas al espejo,
sólo una figura que se rompe
de un añisco en el cristal,
y en la mente la incertidumbre
nos da tregua al reflejar.
Somos un montón de cristales rotos
que se unen como puzzles al azar,
caminando a pequeños pasos
sobre la acera,
respuestas de acertijos a desvelar.
Somos compradores de engaños,
estafadores de ilusiones que se caen
al abismo,
destruyendo la inocencia de la verdad.
Somos un abanico de mentiras
para no afrontar la realidad.
Queremos ser protagonistas
de una ficción sin actores,
de un teatro que no cesa nunca más.
Somos ladrones de esperanzas
de los soñadores
que no desisten de luchar,
porque en un tapiz de hipocresías,
ninguna pintura se ha de resaltar.
Somos porque soy parte de un todo
y como parte indisoluble
cargo con la responsabilidad
de no mirar hacia al otro lado
cuando la ayuda
es una emergencia nacional.
Somos bandera, somos país,
somos todo lo que quieras,
si no hay bondad y franqueza,
si hay desconfianza y desidia,
si hay maldad e hipocresía,
no habrá ya más nada para reflexionar.
Somos una sociedad que busca respuestas
a la vida,
y nos preguntamos todavía
si la causa es social o individual.
Somos Bandera y País,
somos sociedad,
somos todo lo que quieras,
pero eres tú
quién elige quién quieres Ser
frente a los ojos que se han cegado
de verdad.