FLORECIENDO


 Empuñé las armas para protegerme,

y de mi boca brotaron palabras,

un jardín de bellas flores

se enerbolaban como bandera.


De mi nueva vida, 

una luz se elevaba circundando los cielos,

cómo hojas al viento en Enero,

cuando el calor quema la piel,

cuando se rasgan los suelos,

Y crecen flores de grietas viejas del ayer. 


Empuñé las armas,

desafié al destino, 

corrí las piedras del camino

debajo de las baldosas

entre la tierra y la nada,

emergieron respuestas,

a los interrogantes de la vida. 


Romina Laura Sasselli. 














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