Poemas que inspiran a escribir
Poema de Mario Benedetti
Más acá del horizonte
Más aca está la siembra/ están los sueños
una infinita colección de rostros
la liturgia del mar y sus arenas
están los fuegos y está la ceniza
las inauguraciones y los ritos
las redes de la vida y la sencilla
la incorruptible muerte/ la de todos
el horizonte/ borde espurio y flaco
frontera del futuro/nada en cierne
es un enigma manso/ tan hipócrita
que no asume su rango en el espacio
el horizonte es filo inofensivo
y sin embargo hiere desde lejos
las gaviotas lo asumen lo acompañan
y la noche lo cubre como puede
pero su línea nos persigue inmóvil
en la vigilia y en la duermevela
más acá esta tu vientre tu espesura
la corteza del árbol que olvidaste
el espasmo imprevisto de los celos
las rondas de tu sangre/ tus indultos
tus muertos y los míos/ la campana
que se queja doliente en su clausura
tu estilo de vivir o de apagarte
más acá estoy yo mismo/ fanal tenue
que no ilumina ni desvela a nadie
escaso de propuestas y de súplicas
con mi cuerpo vulgar siempre a la espera
de tu cuerpo leal / ese desnudo
más acá estoy yo mismo conffundido
como un crédulo espejo sobre el agua
y no reflejo olas sino antorchas
que inventé como un juego y ya no invento
el horizonte mientras tanto vive
de su salitre y sus amaneceres
la ojeada del alba lo despierta
lo introduce flameante en el mercado
de luces de tinieblas y de sombras
el horizonte cesa cuando llueve
velado tras un llanto que no es suyo
o simplemente cuando tu mirada
deja de vislumbrarlo enceguecida
el tiempo en cambio no se esconde/ ocurre
nos deja turbios y turbados/ pobres/
desengañados de éstas y otras ferias
de otros huecos de dios y otras visiones
la verdad es que todo lo que amamos
todo lo que nos duele y lo que somos
existe más acá del horizonte
Mario Benedetti.
Más acá del horizonte
Más aca está la siembra/ están los sueños
una infinita colección de rostros
la liturgia del mar y sus arenas
están los fuegos y está la ceniza
las inauguraciones y los ritos
las redes de la vida y la sencilla
la incorruptible muerte/ la de todos
el horizonte/ borde espurio y flaco
frontera del futuro/nada en cierne
es un enigma manso/ tan hipócrita
que no asume su rango en el espacio
el horizonte es filo inofensivo
y sin embargo hiere desde lejos
las gaviotas lo asumen lo acompañan
y la noche lo cubre como puede
pero su línea nos persigue inmóvil
en la vigilia y en la duermevela
más acá esta tu vientre tu espesura
la corteza del árbol que olvidaste
el espasmo imprevisto de los celos
las rondas de tu sangre/ tus indultos
tus muertos y los míos/ la campana
que se queja doliente en su clausura
tu estilo de vivir o de apagarte
más acá estoy yo mismo/ fanal tenue
que no ilumina ni desvela a nadie
escaso de propuestas y de súplicas
con mi cuerpo vulgar siempre a la espera
de tu cuerpo leal / ese desnudo
más acá estoy yo mismo conffundido
como un crédulo espejo sobre el agua
y no reflejo olas sino antorchas
que inventé como un juego y ya no invento
el horizonte mientras tanto vive
de su salitre y sus amaneceres
la ojeada del alba lo despierta
lo introduce flameante en el mercado
de luces de tinieblas y de sombras
el horizonte cesa cuando llueve
velado tras un llanto que no es suyo
o simplemente cuando tu mirada
deja de vislumbrarlo enceguecida
el tiempo en cambio no se esconde/ ocurre
nos deja turbios y turbados/ pobres/
desengañados de éstas y otras ferias
de otros huecos de dios y otras visiones
la verdad es que todo lo que amamos
todo lo que nos duele y lo que somos
existe más acá del horizonte
Mario Benedetti.
La poesía de Octavo Paz
Porque tocas mi pecho nuevamente?
Llegas silenciosa, secreta, armada,
Tal los guerreros a una ciudad dormida
Quemas mi lengua con tus labios, pulpo,
Y despiertas los furores, los goces,
Y esta angustia sin fin
Que enciende lo que toca
Y engendra en cada cosa
Una avidez sombría
El mundo cede y se desploma
Como metal al fuego,
Entre mis ruinas me levanto,
Solo, desnudo, despojado
Sobre la roca inmensa del silencio,
Como un solitario combatiente
Contra invisibles huestes
Verdad abrasadora
A que me empujas?
No quiero tu verdad,
Tu insensata pregunta
A que esta lucha estéril?
No es el hombre capaz de contenerte,
Avidez que solo en la sed se sacia,
Llama que todos lo labios consume
Espíritu que no vive en ninguna forma, mas hace arder todas las formas
Con un secreto fuego indestructible.
Pero insistes, lágrima encarnecida,
Y alzas en mi tu imperio desolado...
Continua...
Octavo Paz del libro Libertad bajo Palabra.
"Duerme pequeña, con tu corazón secreto,
Vuela en la noche como golondrina. Cuando la mañana traiga, lo que canta tu corazón secreto. Dirigete al mismo sendero y camina".